lunes, 16 de febrero de 2015

VISITA A LA EXPOSICIÓN EL PAPEL DECORADO.



Piedad Martinez gran encuadernadora artesanal y la persona que me introdujo en el apasionante mundo de la encuadernación clásica, me invitó  a una visita  de la exposición "El papel decorado, técnicas tradicionales y creación contemporánea" en la Imprenta Municipal de Madrid que estaba guiada por Antonio Vélez Celemin 

La experiencia fue fantástica. Antonio Vélez, nos hizo un genial recorrido por la muestra y por la historia del papel decorado. Lo hizo fenomenal y muy entretenido.

Primero nos explicó cómo ha ido evolucionando la decoración del papel. Fué en Oriente donde empezó la moda de decorar el papel y eran los propios calígrafos los que al hacerlo pensaban que así sería más bonito y se conservaría mejor.

Marmoleado con plegado español

En Occidente no se empieza a utilizar el papel decorado hasta que no llega el libro impreso, así que es ya el encuadernador el que tiene la necesidad de los papeles bonitos para rematar sus trabajos.

Papeles decorados con planchas de madera

Los primeros papeles decorados en Francia se hacían con planchas de madera que imprimían los dibujos, mas tarde estas planchas pasaron a ser metálicas y el resultado era como un gofrado sobre el papel con algo de relieve. En la decoración gala los motivos son grandes y se usaron también mucho para empapelar y decorar paredes.

Papel gofrado

Las dos técnicas más tradicionales y artesanas para decorar papeles son el "Marmoleado o Jaspeado" y "El papel al engrudo".

Papel marmoleado

En "El marmoleado o Jaspeado" el artista pinta en el agua que le sirve de lienzo e inmediatamente lo pasa al papel.

Papel al engrudo

La otra manera que utilizaron los encuadernadores para fabricar sus guardas  es la del "Papel al engrudo", que consiste en extender engrudo coloreado sobre el papel y después ir quitando con los dedos o con peines o cualquier objeto que se nos ocurra parte de ese engrudo y así quedará el dibujo impreso. Esta técnica permite que a voluntad del artista  haya dibujos geométricos repitiendo siempre el mismo movimiento o que por el contrario reine el caos.

Papel al engrudo con dibujos repetitivos en orden
Papel al engrudo sin orden

Hoy en día hay muchos artesanos que producen ellos mismos estos papeles y son auténticos cuadros. En la exposición podéis ver muchas obras de ellos. Se atreven a realizar flores, paisajes, animales....




Espero que os haya interesado el post y si tenéis oportunidad visitéis esta exposición. Creo que Antonio Vélez Celemín de vez en cuando organiza visitas guiadas, merece la pena ir con el, yo había estado antes sola y no le saqué el partido que le he sacado después. Además es muy entretenido explicando y aunque no seáis encuadernadores os gustará. Es un mundo que hasta ahora era solo conocido por poca gente y gracias a la labor de Antonio se esta divulgando muchísimo. El ha sido un gran impulsor de la exposición y ha trabajado muchísimo en ella así que es el que mejor se la conoce. También podréis ver varios de sus trabajos que están allí expuestos. Podéis entrar en www.papelesdecoradosenmadrid.blogspot.com, allí veréis una explicación muy detallada de la exposición con muchísimas explicaciones y fotos.

La exposición estará abierta hasta el día 12 de Abril.
Imprenta Municipal de Madrid. 
Concepción Jerónima 15. 
Madrid.

María

sábado, 31 de enero de 2015

MADRID. Azorín



LLEGADA A MADRID

"Vine a Madrid en el otoño de 1895. Creo recordar bien. Había yo pasado en Valencia diez años, estudiando derecho. Unas veces me matriculaba y otras estudiaba libremente. Examinábame unas veces y otras renunciaba al examen. El preparatorio de Derecho lo formaban tres asignaturas: la Historia de España, la Metafísica y la Literatura general y española. En Literatura me suspendieron. Más adelante, en Derecho canónico me dieron notable. La afición o repugnancia a las materias estudiadas depende, en gran parte, del maestro".


Asi comienza el segundo capítulo del libro de Azorín sobre Madrid. Fué editado en el año 1964 por la Imprenta Municipal en homenaje al autor.








En la obra se cita a Guevara diciendo que se traiciona en su Menosprecio de Corte y alabanza de aldea; Madrid no era todavía Corte. En la aldea se tiene cuanto se apetece; pero nos están todos mirando; en la Corte no tenemos lo que en la aldea; pero tenemos lo que vale más que todo: independencia. 

Este era el pensamiento de Azorín.



El libro está encuadernado con una holandesa en piel chagrén marron, y papel de aguas artesanal.




El rotulado del autor y título está sobre tejuelos en piel roja que contrasta con la piel de la holandesa.




El lomo lleva seis nervios y va decorado con florones, paletas e hilos en oro.




Van  tambien decoradas las esquinas y la holandesa con una rueda con oro.

Espero que os guste.

María

martes, 14 de octubre de 2014

ALBUM DE UN SOLDADO. Clerjon de Champagny




Nº 1.              FUENTERRABIA

        "A principios de febrero de 1823, las tropas que mantenían el control de los Pirineos, después de organizarse en divisiones, recibieron al reunificarse la denominación de Ejercito de Observación. Las que formaban la división de vanguardia, cerca de la frontera, fueron diseminadas por todas las ciudades y pueblos que bordean la cadena montañosa desde Peyrehorade hasta Fuenterrabia. Nuestros regimientos de caballería ligera, distribuidos en escuadrones, aseguraban las comunicaciones. Sólo los estados mayores mantenían un puesto fijo durante un máximo de tres semanas, de manera que todos los rincones y recodos del departamento de los Bajos Pirineos estaban controlados.

Frecuentemente pasábamos la frontera y hollábamos esta España que nuestros bisoños soldados contemplaban como la tierra prometida, como la fuente de la gloria y del honor y cada cual imaginaba, a la sombra de este reino cuya historia parece una novela, la suya propia."




Asi comienza el Album de un soldado durante la campaña de 1823 en España escrito por Clerjon de Champagny con una colección de cuarenta litografías de Langlumé.

El Gremio Madrileño de Libreros de Viejo, presentó  este curioso y raro libro en una cuidada edición. Se trata del diario ilustrado de un soldado francés, que formó parte de la expedición por España del ejercito galo, al mando del Duque de Angulema y que pasó a la historia con el nombre de Los cien mil hijos de San Luis.




Se editaron mil ejemplares numerados, estampados con técnicas artesanas, sobre papel hilo verjurado ahuesado de 120 gramos.




Lo encuaderné en piel chagrén azul marino, con incisiones en la misma piel en color  naranja.  El título va rotulado con película naranja a la japonesa.




Los cortes van pintados y jaspeados, las cabezadas son de piel haciendo juego con los colores del libro.




Lleva un estuche de petaca.

Como veis volvemos al trabajo después de un largo verano.

María