martes, 19 de noviembre de 2013

LOPE DE VEGA EN LA PIEL DE BRUGALLA

"La encuadernación guarda en su seno un corazón que nunca deja
de latir: las páginas del libro (...) Después de tanto pelear por salir 
victoriosos de su ideal empresa, ¿que es lo que ambicionan los artistas
encuadernadores de este o aquel país en el momento actual, luchadores
de tan magna empresa? Exactamente lo mismo que ambicionaron 
los artistas del tiempo que pasó: rendir homenaje al libro y, como
postrer galardón concedido a sí mismo, hacer suya tácitamente
la divisa que el famoso bibliófilo, Jean Grolier, estampó en latín en
sus encuadernaciones: "Portio mea domine sit in terra viventium",
o sea "Que algo de mí, Señor, quede en la tierra de los vivos".

                                         Emilio Brugalla. 
                                         Glosa del Arte de la Encuadernación 





El post de hoy está dedicado a la exposición Lope de Vega en la piel de Brugalla. Podéis visitarla en la Imprenta Municipal de Madrid, en la calle Concepción Jerónima, 15. Estará abierta hasta el 25 de mayo. Horario: martes a viernes de 10 a 20 horas. Sábados, domingos y festivos: 10 a 14 horas.


Esquina con hilos dorados

Emilio Brugalla fué uno de los encuadernadores más famosos del siglo XX. Nació en Barcelona en 1901. Comenzó su carrera de aprendiz de encuadernador a los 12 años. Estudió en la capital condal y con 20 años se traslada a París para seguir su formación; allí se impregna del estilo francés que luego quedará reflejado en sus encuadernaciones.


Interior tapa con borde dorado con rueda


A su vuelta a Barcelona en 1923 trabaja para la editorial Subirana y crea su propio taller. En 1929 gana el primer premio de la Exposición Internacional que se celebró allí y que le hizo mundialmente famoso.


Cabezada


Obtuvo muchisimos premios y reconocimientos, publicando varios libros y escribiendo  en numerosas revistas internacionales.

En las siguientes fotos podéis apreciar como Brugalla primero hacia sobre papel el diseño que iba a realizar y luego lo plasmaba en la piel.





Durante la visita podéis apreciar todos sus estilos. Se inspiró en las decoraciones de los siglos XVI, XVII y XVIII muy barrocas pero  también le gustaban mucho las  de estilo jansenista, muy sencillas, solo con algún adorno en las esquinas de los planos y con hilos dorados o gofrados, los lomos en cambio van muy decorados.


Decoración jansenista

También usó mucho la técnica de la encuadernación en holandesa, en la que la piel solo va en el lomo y las puntas. Utilizaba para las guardas elegantes papeles de aguas que podéis apreciar en las fotos.


Encuadernación en holandesa


Esta exposición está dedicada a la colección que perteneció al bibliófilo  Ricard Viñas, adquirida por la Biblioteca Histórica Municipal.

Espero que os animéis y vayáis, y de paso podéis visitar la imprenta municipal que merece la pena.

María