miércoles, 30 de octubre de 2013

EL MAGO DE VIENA. Sergio Pitol.

"De los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso, es sin duda, el libro", dice Borges. "Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescospio, son extensiones de  su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones de su brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación".

El libro realiza una multitud de tareas, algunas soberbias, otras deplorables; distribuye conocimientos y miserias, ilumina y engaña, libera y manipula, enaltece y rebaja, crea o cancela opciones de vida. Sin él, evidentemente, ninguna cultura seria posible. Desaparecía la historia y nuestro futuro se cubriría de nubarrones siniestros. Quienes odian los libros también odian la vida.


Hoy vuelvo a traer un libro del Concurso a la Mejores Encuadernaciones Artísticas, este corresponde al año 2006 en el que fué premio Cervantes Sergio Pitol.


Como podéis ver está encuadernado en piel chagren azul marino, le hice una camisa en tela amarilla. En encuadernación se llama "camisa" al forro que se les hace para protegerlos de la luz y el roce. Quiero que de esta manera comparéis con el libro anterior, "Metamorfosis de lo mismo",  que no la llevaba y el lomo había perdido color.


En las tapas quise representar la calle Viena donde vivía Sergio Pitol en México. En este barrio residian numerosos artistas e intelectuales.



Todo el barrio tiene nombres de ciudades, las he trazado con ruedas y películas de colores. Los mosaicos en piel representan el museo de la pintora Frida Khalo en amarillo, en naranja la casa de Troski en su exilio.

Las guardas quise que fueran alegres y con contrastes, como las fachadas de las casas mejicanas, para ello escogí un papel nisqui naranja y otro amarillo.



Espero que os guste y os animéis a leer el libro.

Maria

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